1880
La historia de Bekaert comenzó en Zwevegem, un pequeño pueblo rural de Bélgica, donde los campesinos se enfrentaban al eterno problema de que su ganado tuviera la mala costumbre de pasearse fuera de los límites de sus campos, dañando así la propiedad de sus vecinos. Leo Leander Bekaert convirtió esta necesidad en una oportunidad de negocio: abrió una pequeña empresa de alambre de púas, agregando clavos al alambre retorcido. Leo Leander Bekaert no inventó el alambre de púas pero pronto comenzó a diseñar sus propias púas: “coronas” en forma de estrella con seis puntas afiladas que se pueden entrelazar en el alambre. En 1881 patentó este invento y, muy poco tiempo después, contrató a casi todo el pueblo para trabajar desde sus casas fabricando las “coronas” para poder continuar produciendo a toda velocidad.