La interferencia electromagnética (EMI) es un fenómeno común en la vida diaria. Un ejemplo es el molesto zumbido que se escucha a través de los altavoces de TV antiguos cuando estás en tu teléfono móvil. Este ejemplo es bastante inofensivo, pero esto no significa que la EMI deba ser ignorada; consecuencias más graves de este fenómeno incluyen el mal funcionamiento de los equipos sensibles e importantes. La EMI también puede afectar negativamente la salud de las personas.
La interferencia electromagnética (EMI) es causada por ondas electromagnéticas, que pueden originarse a partir de muchas y diferentes fuentes artificiales o naturales. Estas ondas electromagnéticas pueden crear ruidos o perturbaciones no deseadas con otros equipos eléctricos. Una jaula Faraday crea una barrera para proteger el equipo eléctrico. Se asegurará de que la potencia de la onda entrante se refleje y absorba y que la onda saliente reduzca su potencia. Las fibras metálicas se pueden utilizar para crear una jaula Faraday incorporándolas a los textiles. Debido a la alta conductividad de las fibras metálicas, se pueden alcanzar niveles muy altos de eficacia en el blindaje.